Le caemos mal

  Un especialista en temas internacionales dijo ésta mañana que las relaciones entre México y Estados Unidos no estaban tan mal desde que James Carter fue el inquilino de la Casa Blanca.

  Aquella mala relación con Washington se explicaba porque, lo dijeron fuentes norteamericanas, a Carter le intimidaba la personalidad de López Portillo. Y se cobró.

  Ahora, dice el Washington Post, en una charla telefónica entre Trump y el Presidente Peña Nieto, el inquilino de la Casa Blanca perdió la paciencia otra vez por la resistencia mexicana a pagar por el muro.

  No sé, Joaquín, uno no es especialista en los complejos asuntos de las relaciones internacionales, pero tal parece que la hostilidad de Trump hacia México no es la actitud soberbia de una potencia hacia un vecino más débil que no se somete.

  Más bien parece que la hostilidad de Trump contra México y los mexicanos es un asunto personal, simple y sencillamente no nos quiere, le caemos muy mal.

  Un desafío para nuestra diplomacia. ¿Cómo lidiar con la ojeriza personal?