Comentario con López-Dóriga

Armonía y discordia

Para mi era un misterio como hace 176 años, durante la invasión norteamericana, dejamos que las rencillas ideológicas agravaran la inferioridad militar de México y facilitaron la derrota.

Imaginemos el desánimo al ver sobre Palacio Nacional la bandera de la barras y las estrellas de los Estados Unidos.

Quedaron atrás esos tiempos oscuros. No sin un altísimo costo en sangre mexicana. Quizá por eso son tan vigorosos los vivas de la Noche del Grito. Nadie quiere revivir aquellos tiempos oscuros.

Vale la pena que hoy, al celebrar la Independencia de México, recordemos la frase de Salustio, un romano hace 20 siglos: “por la armonía los estados pequeños se hacen grandes; la discordia destruye los más poderosos imperios”.