Cambio de guardia

Indignación moral

  Con una sistemática campaña contra lo que llaman “el sistema” y que no es sino un eufemismo para disimular la fobia contra el PRI y los priístas, se ha cultivado la indignación por “los abusos desde el poder”.

   Sería un absurdo negar que existen abusos entre quienes están en el poder, pero también debe precisarse. Primero que no son tan generalizados como se dice; segundo que no es exclusivo de ningún partido, tercero, que ocurre a todos los niveles de gobierno.

  Por supuesto que la indignación que provocan los abusos la tienen que expresar los ciudadanos cuando votan. De eso se trata la democracia, de elegir a quienes creemos que gobernará mejor.

  Pero tampoco nos engañemos con los reclamos de tantos que se dicen presa de profunda indignación moral, porque hacen que uno recuerde lo que dijo ese gran cineasta que fue Vittorio de Sica: la indignación moral es, en la mayoría de los casos, un dos por ciento de moral, un cuarenta y ocho por ciento, indignación, y un cincuenta por ciento, envidia”.

  Además, los que han estado en el poder siempre dicen que se esgrime la moral cuando se está en la oposición y la política cuando se está en el poder.