Cambio de Guardia

Nos dejamos calentar

  Faltan 62 días para las elecciones y como suele ocurrir los candidatos y las campañas han emprendido lo que los puristas llaman guerra sucia, pero que, si uno revisa las campañas en otras democracias, incluso en algunas europeas que suelen hacer caer de rodillas a algunos politólogos, nos encontramos que en la disputa por el poder no se puede esperar de nadie que se comporte civilizada o educadamente, lo único que se le puede exigir es que no viole la ley.

  Esa llamada ¨guerra sucia¨ la practican con entusiasmo todos los candidatos y las candidatas, lo mismo los presidenciales que los aspirantes a los más modestos puestos políticos de elección.

  Particularmente intensa es en la elección presidencial, porque la disputa es por el poder en una República con 125 millones de mexicanas y mexicanas.

  El problema es que, nosotros, los ciudadanos y ciudadanas de a pie, nos dejemos enardecer por las narrativas, descalificaciones y acusaciones que intercambien las y los candidatos, porque cuando pase la elección, de una u otra manera los políticos tendrán que hablarse de nuevo y actuar coordinadamente en los órganos de gobierno.

  Y, si nos dejamos calentar la cabeza, los ciudadanos y ciudadanas de a pie nos quedaremos con nuestros corajes, nuestras frustraciones y ellos, los políticos felices.

  Bueno, eso ocurre en todas las democracias. No tiene por qué ser distinto en la nuestra. ¿O sí?