CAMBIO DE GUARDIA

Injerencia del crimen organizado en los comicios

  A siete meses de las elecciones presidenciales, las fuerzas políticas, hasta hoy de oposición, han empezado a plantear el eventual riesgo de que las bandas del crimen organizado, con creciente presencia local y regional, intervengan para influir en las elecciones del próximo 2 de junio de 2024.

  Consciente de las insuficiencias de la política de seguridad, el Gobierno de la República hasta ahora ha desestimado el tema, con el argumento de que bastará la vigilancia de las fuerzas federales para asegurarse de que las elecciones transcurran en un ambiente pacífico.

  Pero es imposible olvidarnos de que, en 2021, al menos en la elección de gobernador de Sinaloa, fue más que clara que las bandas del crimen organizado secuestraron a los operadores electorales del PRI y con ello anularon la movilización de las estructuras del tricolor, asegurando así el triunfo del candidato de Morena.

  Mal harían las fuerzas políticas y la sociedad empezar un concurso de señalamientos y acusaciones, en lugar de tomar medidas adecuadas que impidan que, como en Sinaloa, las bandas del crimen organizado influyan en las elecciones.

  No está en juego sólo el futuro electoral del oficialismo y la oposición está en juego la supervivencia de la democracia en México, pues todo se perdería si se tolera la injerencia del crimen organizado en los comicios.