DOMINGO

La realidad los está alcanzando

  A pesar de la impecable estrategia presidencial para afianzar el cambio de régimen, la realidad y las circunstancias le han empezado a trazar límites a su proyecto sexenal.

  En lo político, con los ajustes a estatutos y nuevas direcciones en el Partido, el Presidente López Obrador recupera por ahora el control del proceso de sucesión que por lo adelantado empezaba a salirse de control.

  En lo social, ni su popularidad podrá enfrentar los efectos que tiene en la población la creciente presencia e influencia de las bandas criminales en cada vez más regiones del país.

  En lo económico, el dilema es que la crisis es una realidad impermeable a las narrativas oficiales de los otros datos y pronto las finanzas públicas sufrirán un recorte, con todas las indeseables consecuencias.

  Cierto, es muy posible que la popularidad presidencial se mantenga, por el manejo habilidoso de su imagen, pero eso puede ser reconfortante y satisfactorio para el Presidente, pero no servirá de nada a una población cuyas clases medias se empobrecen y cuyos pobres verán que el deterioro económico será tal que eventualmente ni los programas sociales podrán paliarla.

  Y no sólo no se alcanzarán los objetivos sexenales de combate a la desigualdad y la pobreza, sino que México habrá retrocedido en el tiempo a épocas que creíamos superadas en lo económico, en lo social y en lo político.