DOMINGO
Quieren olvidar la crisis humanitaria
Ni los días de descanso han calmado la iracundia presidencial porque la realidad alteró su cronograma político.
Intenta alejar la discusión de la crisis humanitaria por la migración, problema que, quien esto escribe reconoce que es irresoluble, con provocaciones como la carta al Presidente Chino que mereció diplomático desaire, o la fútil polémica con legisladores estadunidenses sobre la inseguridad en México.
Llegó al extremo el fin de semana de provocar, oootra vez, a los cristianos al acusarlos de no vivir conforme a las enseñanzas de Cristo.
Lástima, pero cuando al sexenio le queda menos de 18 meses, ya no alcanza el tiempo para el olvido de la tragedia de los 40 migrantes que perecieron en el incendio del centro de detención en Ciudad Juárez. Menos en año electoral.