DOMINGO
Quieren hacer imposible el diálogo
Hasta los más viejos nos hemos acostumbrado al escuchar el uso de las groserías en las charlas cotidianas, pero es indefendible el uso del insulto desde el Poder, como parte de lo que parece será la narrativa habitual de la campaña presidencial.
Es algo perturbador, pues los insultos son palabras utilizadas para ofender, y tal parece que quieren hacer del insulto ofensivo el tono de todos los discursos desde el Poder desde hoy hasta el día de la elección presidencial el 2 de junio de 2004.
Cada cabeza es un mundo, ciertamente, pero ni los militantes más fanáticos del oficialismo ignoran que en el México real los insultos ofensivos calan mucho, no se perdonan fácilmente y si a nivel personal provocan irreparables rupturas familiares, en las sociedades de cada comunidad de la República hará imposible el diálogo político.
Hoy los objetivos electoreros de cortísimo plazo hacen que parezca que imposibilitar el diálogo político es herramienta rentable.
Cuidado, porque cuando en las naciones se rompe el diálogo político sus pueblos entran en callejones sin salida.