Columna Domingo

Presidente providencial y todopoderoso

   Muchos de los debates que se arman en el círculo rojo y, obviamente en los medios de comunicación son instigados, auspiciados por al Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, otros surgen de los críticos y adversarios del Jefe del Ejecutivo Federal, quien responde sólo cuando le conviene o puede sacar raja electorera.

   A quienes estábamos acostumbrados a Presidentes que, unos más otros menos, pero casi siempre intentaron asumirse como representantes del Estado y de todos los mexicanos, aún de quienes no votaron por ellos, aún no aceptamos que en Palacio Nacional está un Presidente políticamente hiperactivo, como no lo veíamos desde hace casi cuarenta años.

   Y menos aceptamos que actúa a partir de su personal interpretación del mandato de las urnas. Hasta ahora ha acertado en suponer que siempre tuvo razón su premisa de que la mayoría de los mexicanos, aún los más educados, tenían una cierta nostalgia por la figura del Presidente de la República providencial y todopoderoso que construyeron en el imaginario nacional los nostálgicos del pasado y hasta los más duros críticos del viejo régimen del partido hegemónico, quienes en un afán de avivar el espíritu democrático de la transición, sólo consiguieron despertar una nostalgia tan intensa que se tradujo en tsunami de votos a favor del Presidente López Obrador.